Cusco, la tierra donde los incas fundaron su imperio, es el nuevo epicentro del clamor en las calles. La región más visitada por los turistas, esa que alberga una de las Siete Maravillas del Mundo, ha sido tomada estos días por el humo tóxico de las bombas lacrimógenas y el estruendo policial que no cesa. A los choques entre manifestantes y agentes que dejó un hombre muerto el miércoles, le siguieron este jueves bloqueos en las carreteras y marchas.